FLORA

Nuestra zona de estudio se encuentra situada en la ladera sur de la Sierra de Cantabria, con precipitaciones superiores a los 900 l./m2 y temperaturas inferiores a las del valle. La elevada altitud, el clima húmedo y frío, el suelo de tipo calizo, la orientación e insolación, así como la línea de las nieblas determina la vegetación que se desarrolla.
Partiendo de Cripán con dirección a la Sierra nos encontramos con los últimos cultivos de cereales, que no suelen exceder los 750 m sobre el nivel del mar), ya partir de esta cota se inicia una franja de bosque que aumenta hasta la base de los roquedos , alcanzando en algunos sitios altitudes superiores a los 1000 m. sobre el nivel del mar. En algunas zonas los bosques son sustituidos por matorrales y pastos de montaña, y en los roquedos se desarrolla una vegetación diferente y muy adaptada.
En la sierra podemos encontrar quejigales,  hayedos  y encinares. Estas tres plantas se reparten el espacio según sus exigencias de humedad, suelo y temperatura, disponiéndose en forma de pisos, ocupando la zona más alta el haya, después el roble quejigo ya la encina.


quejigo

 

El quejigal 
El roble quejigo es menos exigente en humedad que el haya pero más que la encina, situándose siempre fuera de la zona de nieblas frecuentes, por debajo del haya. En nuestra zona de estudio (Alto de Romillas y su entorno) es el bosque más abundante.

 
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haya

 

El hayedo 
El haya, en cuanto a humedad, es el más exigente de los tres árboles. Pero no sólo precisa de humedad en el suelo, sino que también, para que se desarrolle, es preciso que la humedad ambiental sea alta. Es por esto por lo que suele crecer en zonas con nieblas frecuentes.
En la cara norte de la sierra se desarrolla bien de los 800 m. a los 1400 m. sobre el nivel del mar, y esto es debido a que en esta zona la humedad atmosférica es alta por las nieblas frecuentes. En la cara sur de la sierra (solana) rara vez aparece, y si lo hace, está protegida por algún saliente rocoso, o en los fondos frescos y húmedos de los pequeños valles.

haya 


encino

El encinar  
La encina, el árbol menos exigente de los tres citados, precisa de poca humedad y crece bien en los suelos poco profundos. Su zona de distribución se sitúa por debajo de la del quejigo.
En las laderas de la sierra de Cantabria, la encina crece en los sitios soleados con suelos pedregosos y poco profundos, lugares en los que no crecen ni las hayas ni los robles, plantas más exigentes en suelo y humedad. En la cara sur de la sierra de Cantabria es el bosque más abundante.

encino 

A la sombra de estos bosques crece el boj, un arbusto amante de los suelos calizos, y acompañando a éste, el brezo. Estas dos plantas, junto con la aulaguilla cubren las superficies en las que ha desaparecido el bosque formando espesos matorrales.

En crestas y resaltes rocosos, aparece la sabina el boj y la gayuba, junto con líquenes y algunas otras pequeñas plantas bien adaptadas a estos suelos rocosos.

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